Me retiro a mi espacio primero.
Recuerdo que una tarde hace aproximadamente cinco meses yo estaba esperando el ascensor y me sale un suspiro inmenso y ruidoso. De repente aparece un señor y me dice: "Qué lindo suspiro, muy grande. ¿Qué estarás extrañando? Un suspiro es aire que sobra por alguien que falta." Lo superé. Antes de superarlo me prometía no volver a sentir tanto. Después de superarlo dije: ¿Por qué no? No puedo tener algo para toda la vida, sería aburrido. Que las cosas tengan su fin es lo que las hace hermosas y perfectas. La vida me sorprende todo el tiempo con momentos hermosos. Me da probaditas de la perfección para que nunca pierda las esperanzas y pueda tener en claro que sí existe, no porque brilla en todo su aspecto, sino que es perfecta cuando hasta sus defectos son hermosos y generan sonrisas. Agradecida con la vida le dije hola a la muerte y al nacimiento.