Bahía Blanca 15:54 hs.
Me encuentro aislada en el centro de la ciudad. Entre cuatro vidrios que dejan ver el paso de los autos, las personas, la contaminación, las llamadas telefónicas, los mensajes de texto. Las sonrisas. Las tristezas. Los abrazos, los apretones de mano, los besos de cachete. El que se despertó a las 6 a.m. El que todavía tiene la almohada en la cara. Dos indecisos se paran en la esquina y piensan unos 4 minutos. Deben estar debatiendo sobre qué sería una buena opción, entrar al cubo en donde estoy, o no. No entraron, siguieron su camino. Un auto en el medio de dos quiere avanzar y no puede. Intenta adelantarse, está apurado, quizás porque llega tarde al trabajo o porque quiere llegar a su hogar. El frío inunda la ciudad pero algunas parejas se irradian calor mutuamente y por esa razón se visten de una manera no tan abrigada. Una mujer sola pasa caminando frunciendo el ceño. Sentado enfrente mío se encuentr...