Y vos, lejos volando
Dejame contar que un día conocí a la persona más maravillosa del planeta. Era simpática, hermosa, intelectual, con talento, egoísta, creída y desconsiderada.
Dejame contar que la busqué en sus más transparentes silencios. Dejame decirle a la gente que vale la pena luchar cuando uno está convencido sin importar la enorme distancia, el abstracto destino o el miedoso rechazo.
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