Sentí Parte I

Si estás acostado, levantate rápido y de golpe.
Si estás levantado, acostate despacio. Lentamente apoyá tu cabeza sobre tu almohada, relajá el cuerpo en su totalidad, respirá consciente de eso un tiempo.
Cuando sientas que estás listo, despegá la cabeza de la almohada, levantá tu tronco vertebra por vertebra, sentate. Girá tu posición, llevá los pies al piso, sentí el piso. ¿Cómo está? ¿Frío, cálido, suave, áspero? Pensá unos segundos en cómo está el piso.
Levantate por completo.
Saltá 2 veces en tu lugar.
Saltá otra vez hacia adelante. ¿Qué sentiste al saltar? ¿Molestia? ¿Paja? ¿Pereza? ¿Alivio?
Caminá hasta la cocina.
Abrí la heladera. Parate en la abertura de ésta. Sentí el frío. ¿Cómo reacciona tu piel? ¿Reacciona? Sacá lo que creas necesario. Cerrala.
Dirigite a la mesada. Si es de tu agrado, calentá agua para una infusión, té, café, etc. Escuchá el ruido de la pava (sea para gas o eléctrica). Acercate y empezá a escuchar la ebullición, sentí la vibración de las burbujas. Prepará tu bebida. Antes de ingerirla por la boca, acercate y que el vapor te dé en la cara dejándotela un poco húmeda. ¿Querés secarte inmediatamente ese vapor de tu cara o no te molesta en lo más mínimo? Mientras, sentí su aroma.
Si es de tu agrado comer algún alimento, buscalo. Si en el lugar en donde buscas, encontrás galletitas de las comunes, agarrá dos junto con lo que quieras comer.
Andá a la mesa. Poné sobre ella tu bebida, tu alimento y las dos galletitas. Sentate. Tomá un sorbo de tu bebida. Quemate.
 Agarrá una galletita y mordela. Pensá mientras la muerdas en el ruido, y la vibración que se produce en tu boca.
Tomá otro sorbo de tu bebida. No te quemes ésta vez. Soplalo antes.
Alimentate un poco con el alimento que ibas a ingerir.
Tomá otro sorbo de tu bebida.
Agarra la otra galletita, con las dos manos, dividila en dos. Cuando tengas media galleta en cada mano, rompelas cerrando el puño muy extremadamente fuerte. Dejá caer todas las migas.
Tomá y comé tranquilo lo que resta de tu desayuno.